La Audiencia Provincial de Lleida estima parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la parte actora contra la sentencia de primera instancia que había desestimado su demanda por responsabilidad médica.

El caso se originó tras una intervención oftalmológica de carácter voluntario (cirugía refractiva) en la que el paciente fue finalmente sometido a una operación de cataratas no programada, sin documentación clínica previa que justificase dicha patología. La Audiencia concluye que el consentimiento informado no cumplía los requisitos legales, ya que no era específico para la cirugía realizada y no reflejaba adecuadamente los riesgos concretos de dicha intervención.

Asimismo, el tribunal considera acreditado que la actuación médica no se ajustó a la lex artis, rechazando la defensa del cirujano, que atribuía el daño a un movimiento brusco del paciente durante la intervención, causa que no quedó probada.

En consecuencia, la Sala condena a los codemandados — el cirujano, la aseguradora SHAM y la entidad sanitaria Asisa — al abono de una indemnización por daños y perjuicios, incluyendo secuelas estéticas, funcionales y visuales, así como días de incapacidad. Se desestima, en cambio, la indemnización por pérdida de calidad de vida y lucro cesante por falta de prueba suficiente.